Madrid oferta 23.672 plazas de empleo público
15-12-2017
La Comunidad de Madrid aprobó el pasado martes la Oferta Pública de Empleo en la que se recogía la aprobación de 23.672 plazas. El objetivo con esta medida es reducir la temporalidad que está sufriendo el empleo público.
Cristina Cifuentes, presidenta de la Comunidad de Madrid, ha sido la encargada de comunicar a los medios esta OPE. Según Cifuentes, esta oferta de empleo público es la más amplia desde hace 16 años y pretende dar estabilidad al sector público de la comunidad.
Además, a esta oferta pública de empleo debemos sumar las 1.400 plazas en docencia que ya se anunciaron a mitad de 2017, y que sumadas a las más de 20.000 aprobadas este martes, ascienden a un total de 25.072 plazas.
Los sectores con más plazas son Administración y Servicios, Sanidad y Educación. Para obtener una plaza, los candidatos tendrán que presentarse a los exámenes de finales de 2018 o principios de 2019.
En Sanidad, se han aprobado 13.322 plazas. Las especialidades que más plazas concentran son: enfermería, celadores, matronas, fisioterapeutas y técnicos medios sanitarios en cuidados auxiliares.
En cuanto a personal docente, el número de plazas asciende a 4.057. Respecto al sector de Administración y Servicios, el número de plazas son 5.503 para personal funcionario y 4.849 para personal laboral. Asimismo, en la OPE aprobada este mes de diciembre se incluyen 176 plazas relacionadas con Cuerpo de Bomberos.
La losa de la temporalidad
Esta oferta de empleo público tiene un objetivo, tal y como ha aclarado la presidenta de la Comunidad de Madrid. Con este número de plazas se pretende estabilziar el empleo público, el cuál había entrado en una fase de temporalidad para el empleo. Cristina Cifuentes busca que el 30% de empleos temporales en el sector público descienda hasta el 8% en la comunidad madrileña.
Además de esta motivación, la propuesta también pretende generar empleo de calidad para personas con discapacidad. Así pués, un 7% de las plazas ofertadas se reservan para este colectivo.
Fuente: El Economista